MARCIANA TANGO
Marciana tango canta en un bar, tiene las palabras borrachas y los ojos de octubre brillantes en mayo, con lágrimas de vino y labios rock and roll. Se desnudo por primera vez bajo un árbol con frio y me enseño a decir amor con su mirada ingenua pero letal, marciana tango camina sobre nubes de opio y sueña con el mar mientras quema el atardecer cantando un poema que le dibuje en la almohada fumando un cigarrillo sin hablar. De colores marciana viuda de aquel, muere en cada letra y resucita en cada beso, tiene un tobillo con nombre de indio y me regalo la pintura de un gato que vaga en mi cajón ansioso de techo y nicotina. Marciana tango de fuego y delirio, canción de amor al oído entre guitarras angustiadas y poetas suicidas que saltan desde los versos mas altos cuando ya es insoportable el amanecer, va pintando los espejos de cada bar con poemas desgarrados por el humo y los acordes de lo amargo que es dolor. Azul con sal, rojo con azúcar, gris con whisky, verde con sangre, magenta con luz, amarillo con ceniza, violeta con tinta, blanco con vodka y los jueves con tango que Gardel suena en el caminito y marciana baila al ritmo de las copas y los tacones, marciana tango, desnuda la realidad se viste de fantasía y salmón, marciana como en la canción, tango, sexo, sexo y amor, tanto tango, tanto dolor.
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