Siento vacío, siento necesidad, siento dolor, siento una multitud de sentimientos negativos.
Pero a la vez que tengo estos sentimientos, siento que mi conciencia crece, mi espíritu
Se libera, crece, se aleja de lo que fue y se acerca a lo que será.
Crezco porque después de todo lo acontecido aprendo a vivir y a convivir con mis fallos y sobre todo con mis virtudes.
Me miro a mi mismo y veo un ser que viaja en el universo hacia algún lugar que me esta destinado, me dirijo a mi lugar en el espacio eterno, donde están mis seres mas queridos, aquellos que me dan su amor sin pedir nada a cambio, y que me enseñan a dar sin tener que pedir, a saber esperar los resultados de mis acciones, a corregir mis errores pasados y convivir con ellos, a tener el alma tranquila, a dormir placidamente esperando una señal dentro de ese mundo onírico que nos encontramos cada noche, y todos ansiamos encontrar tarde o temprano.
Gracias a ti amor, gracias a ti dolor, que te presentaste delante de mi y me demostraste los mas maravilloso y lo mas horroroso.
Gracias a ti vida, gracia a ti muerte, que me miraste y me dijiste que no hay que temer el final, sino entenderlo como un cambio de nuestra evolución.