Ya estaba demasiado cansado para seguir caminando por lo suburbios de la cuidad, y mas aun ya sus ojos no librarían mas lagrimas, así que solo se desplomo agotado en un frió charco de agua, por que la lluvia no cesaba de caer en la gran cuidad, estaba completamente empapado de agua, pero era preferible el agua a que volver a empaparse de horribles recuerdos....

Mientras sus ojos miraban el cielo.- el cual tenia un melancólico color gris-. sus ojos detuvieron la mirada en la cima de un edificio. Solo en ese instante recobro la conciencia y supo por que había caminada tanto.

Se puso de pie lentamente, y mientras el cielo rugía con sus fuertes truenos, el corría hacia las escaleras de emergencia de tal edificio, mucha gente tropezó con el “ tal ves es dios quien quiera impedir el acto a seguir” pensó en su distorsionado recorrido.

Pero fue solo cuestión de minutos para que ya se encontrara en la cima del edificio, camino hasta un extremo de este, y pudo verlos a todo ellos: estaban durmiendo.

Nadie lo sabría, nadie se daría cuenta si él no estaba, por que simplemente ocupaba espacio y aire. El cual serviría perfectamente para otro mucho mejor. Por que a nadie le importaba si el moría. Por que la gente no llora a los asesinos.

Así que apretó sus puños y dientes con muchas fuerza y sintió la fría brisa en su rostro, al cerrar sus ojos revivió los recuerdos.

Había despertado producto de los gritos de su hermana. corrió rápidamente a su habitación y cuando llego a esta vio el horror en persona, tomo al hombre el cual intentaba violarla y lo arrojo al piso así comenzó a darle patadas en todo el cuerpo llevando su ira al punto máximo desencadenando todo en la trágica muerte... de su padre.

Pero ya nada se podía hacer, sus propias actos habían cobrado la justicia y ahora era el tiempo que pagara sus culpas. “La muerte es algo que solo se pagaba con muerte” se repita así mismo.

Así que solo extendió sus brazos, y se dejo caer, despidiéndose de su cruel compañera llamada vida, dejando que las lagrimas ahogaran sus gritos.

Luego... todo fue silencio.