Mi guitarra se quedó sin cuerdas,
de ésta... sólo quedó el cajón
adonde enterraré todos mis versos
cuando ya no escuche más tu voz.
Llenaré el vientre hambriento,
de mi guitarra con tu canción
para que resuene el eco al viento
con un estribillo de tu inspiración.
Construiré una cruz del mástil
y con las clavijas la decoración
le dedicaré un réquiem flamenco
o a lo Sabina, para decirle adiós.
Texto agregado el 19-06-2005, y leído por 306
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Lectores Opinan
17-07-2007
Espero que salga un eco que te acompañe siempre, vibrante y lleno de esperanza. Me atrapó la guitarra! Saludos. darken
14-12-2005
Nos fabricaremos oídos de legumbres cuando estemos bajo tierra.
Saludos...ø Kreutzer