La llamada:
Crepúsculo inmune al dolor, ya las puertas se cerraron... en el pueblo del terror todos temen por su vida, porque allí habita el maligno, que oculto en sombras te espera...
Él es nuevo en el pueblo,
compró una gran casa vieja,
solo ve rostros inexpresivos,
que observan tras las rejas.
Un vecino se le acerca,
tiene algo que decir:
“nunca salga por las noches,
si quiere ver el sol salir”.
Así lo hizo un tiempo,
pero su curiosidad ganó,
por las calles silenciosas,
el hombre se aventuró.
De pronto alguien lo llama,
detrás de un viejo roble,
solo asomando una mano,
es la silueta de un hombre.
Tiene ganas de correr,
pero se anima a cruzar,
una voz gruesa y potente,
le ordena sólo escuchar.
Hoy es tu juicio final,
ya que así lo has deseado,
se te acusa de vivir,
pero nunca haber amado.
No permito apelaciones,
te condeno a morir,
pero antes lo mejor:
¡tienes mucho por sufrir!
Las campanas de llamada
al gran banquete de gala:
¡brindemos por el nuevo vecino
que su carne nos regala!...
¡¡SALUD!!
Sasá
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