.EL DIA QUE MENTÍ POR PRIMERA VEZ
Apenas contaba con cinco años de edad cuando mentí por primera vez.
Lo recuerdo muy claro; fué en una madrugada fría; dormía placidamente en la misma habitación donde lo hacían mis padres, cuando de pronto, desperté sobresaltado al escuchar unos gemidos para mi, desconocidos.
Mi cama-cuna estaba justo al lado de la suya y al voltear, buscando con la mirada a mi madre, logré ver a mi padre encima de ella, totalmente desnudos, en una posición muy sugestiva y apasionada.
En mi pequeño cerebro no había programación todavía, que me permitiese decodificar ese tipo de situación pero a pesar de ello, envió una señal de alerta.
Comencé a llorar y esto hizo que mi madre despidiera con un empujón, a su apasionado amante, para atender mi angustiado y febril llamado.
.-Quiero agua mami.-Le dije en tono suplicante.
Ella muy amorosamente, satisfizo mi deseo, me dió dos palmaditas en mi menudita espalda, para que continuara durmiendo, cosa que no hice, quizás por curiosidad; me quedé mirando como ella, reanudaba su anterior abrazo conyugal.
Confieso que me dió rabia porque, supuse que mi padre, le estaba haciendo daño a mi madre ya que, ésta se retorcía y gemía, en una vorágine genuina de amor y cuando retraté aquella imagen, para mi desconocida y comprometedora, sentí mucho miedo, comencé a llorar de nuevo y allí diseñé mi primera mentira.
.-Mami, quédate conmigo que tengo mucho frío.-le exclamé tembloroso, y con premeditación, hice pipi en la cama, para reforzar mi argumento, lo cuál hizo que mi abnegada madre, suspendiese su actividad, para acostarse junto a mí, calmando mi ansiedad hasta el amanecer.
Resulta excitante recordar, como un ser humano por primera vez,...¡Supo que estaba vivo!
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