Juan esta en Dinamarca, emigro con su esposa en el 72. Patricio se fue a España hace 4 años porque no tenía empleo aquí. María y José se fueron para Alemania.

A don José le salio un laburo en ese país procedente de Uruguay y se llevo a su esposa encinta y cursando estudios. (Le faltaba 2 meses para que María se recibiera de Licenciada en Comunicación.)

Que problema con nuestros compatriotas en el extranjero. Ahora que se van a rever la situación de los desaparecidos durante el gobierno de facto, nos encontramos con otro Uruguay.

Es el Uruguay exterior, aquel lugar donde por índole política, financiera, por necesidades personales los uruguayos levantaron vuelo. Mentalidad golondrina, hace calor y nos rajamos.

No tenemos plata para comer. Digo Don pueblo, no aquellos privilegiados que cada vez son más pocos y tienen la guita del mundo. Digo Juan, José, Ana que trabaja en un Super o cajera en el Disco, o aquel que esta en el taxi por necesidad no por su voluntad y que posee un titulo.

Pero como no tiene trabajo, hace lo que puede, y no lo que quiere. Esa gente no tiene donde caerse muerto pero mete la tarjeta Oca, Diners, Master o lo que sea para irse una semana a Florianópolis. Luego verá como reflota el muerto, es otra historia.

Pero aquellos, si aquellos que emigraron cuando pudieron o se escaparon de la dictadura y tienen su historia en el extranjero, añorando el asadito criollo, el termo y el mate y porque no, gritar en el partido de fútbol "Uruguay que no ni no", y añoran su terruño, que chico será en tamaño, pero grande en corazón. Esos siempre han deseado poder volver. Pero su situación no les ha sido favorable. Si vienen es de paseo.

El hermano, la madre le pregunta "Hijo, como es allá". Es hermoso, tengo un trabajo súper remunerado, tengo coche y todas las comodidades que siempre desee. Uhh, cuantas mentiras piadosas hay detrás de todo eso. Los familiares, felices porque lo ven después de tanto tiempo. Disfrutan del asadito, van al fútbol. Comen en el Mercadito del Puerto y se les nota radiante.

Luego se tienen que ir. Otra realidad, El extranjero no es como me lo pintaban, todo color rosa. Debo levantarme a las 4 de la matina, recorrer 150 kms por la autopista. Marcar con una tarjeta magnética la entrada. Y, que le dijimos a mama, si trabajo en lo mío, soy un arquitecto que me estiman mucho. La verdad es que de arquitecto, nada soy el limpiador del edificio latino que vino cuando otros del país no querían hacer el laburo.

Estoy casado, tengo dos hijos, uno uruguayo que llego a Finlandia conmigo, cuando la crisis. Otro es finlandés. El primero tiene 8 años, y cuando le hablo de Uruguay mi Uruguay, me mira diciendo "y este tipo". La cuestión que Matías el uruguayito que mencione cuando le dije que mama y papa van a radicarse al Uruguay, porque los tiempos cambiaron, ahora tenemos un país progresista. Saben que me dijo. "váyanse ustedes yo me quedo acá"

Con un nudo en la garganta dejo mis hijos y nos venimos acá. Ahora lo veo mejor con los años, que pasó con la familia cuando deje el Aeropuerto de Carrasco con una mano adelante y otra atrás. Y se reían al verme partir a un futuro incierto. Ahora veo como el corazón se les hacía astillas.

Juan radicado en Finlandia.