Me miro en el espejo y no me veo,trato de pensar en mí y no consigo recordarme.

Me busco dentro de mí y no logro encontrarme. Me miro a los ojos y sólo hayo oscuridad y vacío.

No lo entiendo, no comprendo...soy un como un cuerpo sin alma.

No queda nada de mi ser, no atisbo ni un solo brillo de él en estas tinieblas. ¿Dónde ha ido? ¿Cuándo?

¿Cómo no me di cuenta de que me estaba apagando poco a poco?...

Me rompo como una figura de escayola cuando cae según pasan los días, el tiempo no cura mis heridas, sino que me hunde con fría determinación. Vacía mi cuerpo secando mi alma como si fuese una bayeta usada.

La vida me toca con dedos encallados que arañan mi ser con dolorosas caricias que suponen un cruz demasiado pesada para llevar sola.

Mi luz se apaga como una bombilla a punto de fundirse y llena mi mente de oscuras tinieblas que nublan toda lucidez posible que pueda tener.

Mi cuerpo se ha vuelto sepulcro en el cementerio de mi mundo. triste altar que espera unas flores que nunca llegarán.