Hay que aprender a ver al fresno
gritando de dolor por boca ´el grajo,
a los hombres en tropel frente a la plaza
quemándose en las piedras como lagartos.

Hay que escupir sobre los pozos lágrimas
de sueño colorado y bajarse en los lavabos
pantalones de desdicha y de vez en cuando,
cagar agua, cagar agua por lo no llorado.

Hay que llover sobre la tierra hasta morirse
de sed en todo canto,
hay que cantar agua hasta que el campo
enmudezca de silencio mojado.

Hay que ser mujer de agua,
y que se corran las nubes en bandazos,
hay que aplastar el vientre contra el sueño
que no da la cosecha cada año.

Hay que joderse, pero joderse agua `
para que el fresno ya no llore
ni por boca el grajo.