Represento al barro y no destiño, voy del agua a las arterias y me presto a ese juego de andar solo, como si tu sombra no doliera. Trapos húmedos de besos, voy del broche al pensamiento y no distingo. Este sobrio respirar me desespera; trago flores, (y respiro) limoneros de pestañas y te pierdo, en el ultimo flotar de las ausencias
Texto agregado el 17-06-2005, y leído por 209 visitantes. (3 votos)