Qué es bueno el amor,- me dices?
Cuan errado vas, mi buen amigo.
Tal vez sí, que es bueno en esencia.
pero que dolorido y penoso es el amor
cuando tú, pobre infeliz, enamorado estás.
Sino, dime, ¿como reaccionas,
como te comportas y te sientes
ante la presencia de la amada?
Tu corazón palpita con fuerza,
hasta dolerte con dolor físico;
sientes tu voz quebrada en la garganta;
tu mente cavilosa y encogida
busca palabras dulces, amorosas,
que se quedan flotantes en la nada.
Y es un dolor profundo, lacerante,
que te asalta sin tregua y con ahínco,
cuando piensas, angustiado, que tu amada,
a la que deseas entregarle alma y vida,
¡ni tan siquiera un instante se fijó contigo!
¿Y que me dices de esos celos irredentos,
salvajes, que corrompen y destruyen,
y despiertan en ti tan cruel sufrimiento...?
¡Y tú me dices que el amor es bueno!
¡Pobre iluso! ¡Qué sabrás tú del amor…!
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