Lloras al marcharte volando sin mí,
lloro al regresar tan solo a casa, sin tí.

Estas ahora tan malditamente cerca, que no entiendo cómo es posible que tomar el turno nos cueste tanto para llegar sin enloquecer, al intento de romper este silencio.

Si pudieras venir... si pudieras llegar hasta esta playa que se mantiene con el sabor lejano de tu piel mientras me abraza el último adios, y te recuerdo mientras te pierdo en la mañana.

Lloro sé frente a estas letras y este silencio que me robe tus palabras, ¿lo sabes tú? Este absurdo caminar sin tu latido, es más arduo a cada paso que me aleje de tu sombra.

No te borres sutíl de mi intento de amarte más que a mí, rompe este silencio donde quiero conocerte sólo a tí, no me pidas regresar al mundo sin tí, que la lluvia se ha albergado en estas horas en que me encuentre tan solo aquí.

Lloramos este silencio si estás a sólo un solo paso de mí, de decidirte a marcar, o de atinar a venir, en estos meses viejos que se rompen sobre mi pecho que oprime el tiempo, de no soltarte de mi mente y no dejarme partir.