Me inunda la duda que, intermitente
se desvanece porque yo la callo...
Quizás sea el tiempo el que dibuja
los abismos que destierran mis sueños...
Me inunda la lluvia de tu recuerdo desdibujándose
en la brisa de mi buscada libertad...,
esas gotas de tu vida, resecando
mi universo de sueños que, lentamente,
se abandonan a la desdicha del dolor...
¿Es el aire el que me deja respirar
manteniéndome vida..., o quizás el recuerdo
de tu mirada, el que amamanta mi aliento...?
Tal vez la brisa de otoño balancee
mis sueños delante de mi mirada,
extendiéndolos como el grito
de mi alma tan desnuda...
Y mientras los árboles desnudan sus ramas
dejando que sus hojas adornen
el suelo por donde caminé contigo,
yo desnudaré mi alma que va humedeciéndome
las mejillas con el incesante goteo de tu recuerdo.
Y todos mis finales acaban derramándose
en un sólo principio, tú y el brillo de tu mirada
acariciando mi locura,
porque mi huérfano abrazo entregado al aire
siempre encuentra un destino mudo
en tu existencia...
Y siénteme siempre tuya
porque aún tú no sabiéndolo,
caminas siempre de mi mano...,
en mi cielo de nubes rosas.

(ESCRITA A MEDIAS CON "MI HIJA")

(02/11/04)