Hoy me siento tan sincero como un murmullo dulce y sensible,
dando un cariño de aventuras en esta perdida ciudad;
en medio de su pánico por amar
cuando se siente el olvido en este frió invierno.
Quedan palabras danzando entre remolinos
que las hacen confundirse entre locuras,
pero que a la vez nos enseñan a amar.
Texto agregado el 15-06-2005, y leído por 138
visitantes. (1 voto)