los arboles, cuanta sabiduria representan; como encandilan, mis ojos atentos, con sus verdes follajes, y con sus negros contornos, alla en el horizonte. y como bañan mis pulmones, con sus humos exitantes, aqui en el picadero.
estoy cocinando, porotos con repollo y mandioca, pretendo hacer sonar, la marcha peronista, orrojando truenos, de bacterias justicialistas, al aire. ha de ser mi ultima abilidad, desplegada en los escenarios naturales, de esta pampa inmensa, e inconquistable. y asi poder festejar con exito, el alivio que siento, por estar aqui, escribiendo, casi libre de dolores.
no conosco, que es aburrirse, creanme, que no se que es estar, molesto por no saber que hacer.
adelante trabajo, y llevo metidos, como dos dias francos, quiero visitar a mi china paraguaya, para que de una vez por todas, me despose, para siempre.
la mujer paraguaya, ha llegado a tu arbol genialogico, y al mio, al de todos, ya no hay rincon en la tierra, que no sea paraguayo, ya no hay sangre pura, todas tenemos, ache y ve paraguayo.