Cabalgando entre sueños y locura
Infernal pradera fue la soledad
Vi volar en un suspiro de tu piel
Todo estigma, tanta vida sin ternura
En tu cielo un instante me enredé
Del color de aquellas mieles fui testigo
Una noche eterna, cruda, dulce, infiel
El relicario de tu cuarto no lo oculta
A los pies de aquella magia tu sutién
A la orilla de una pena tus caderas
Fuego oscuro en la lujuria regaló
Santidad furtiva en besos tan profundos
Una mácula burlona en la pared
De la doble que desecha tanto hastío
Despedida sin rueguitos ni promesas
Me oculto de nuevo ciego entre el gentío
Lavo caricias y me deshago de placer
Me derrito abrazando aquel recuerdo
Que dirá mi dulce en el momento cruel
Cuando llegue de ninguna parte ese
que olvidó como abrazarle los deseos.
Texto agregado el 15-06-2005, y leído por 149
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
17-06-2005
Cuántos que somos! recién te conozco y me parece muy bueno tu trabajo... kinsol
16-06-2005
me gusto muchisimo este poema y los demas tuyos tambien.
Besos y suerte! rusita
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