Hay veces que no dejo
de gritarle a la luna desde el fondo
de los arrabales, con otras voces,
a veces tu nombre, otras la historia.

No dejo de mirar las
mariposas de la soledad
vendiendo tiempo
en medio de la oscuridad.

Solo el eco rebotado de
deidades femeninas
transformadas por el viento
llegan esta noche a mi...

Hay veces que en medio de esta nada
encuentro todo, y me arrastro
entre los escombros.
Ya no tengo alas que vender...

Y ese abismo que un día me dio el vació
cabe en uno de mis bolsillos
y siento el sabor...entre mis manos
otros cuerpos se deslizan.

Ahora aviéntame, que quiero borrar esa
imagen tuya, déjame junto a octubre,
que quiero llorar a solas recordando el azul
mira , como no muero, como regreso...

desde el fondo... viene el mar a mi lado,
la lluvia no me moja, solo las sombras
en silencio flotan solas crucificadas
esperando la condensación...

tal vez solo quede el sueño aquel
donde acaricio una rosa, sus pétalos
me tiñen los dedos de azul,
solo con eso, me quedare...