Cerca del encuentro.
Primavera, un día muy raro, era como verano. En la puerta están los guardias pidiendo una ayuda que era vista de mala forma. En fin, yo sabia a lo que iba, visitar al que mas quería. Me senté como lo hacia usualmente, converse muchas cosas, los pájaros sobre los pinos cantaban como siempre, como si les pagaran para entretener a los que descansan. Yo permanecí sentado, siempre conversando.
Al transcurrir el tiempo una lagrima cae, sabiendo que la conversación es monótona, como si me volviera loco, pero en mi sabia que no lo estaba. Lo único que paso es que se fue, como se van muchas cosas, en otro mundo lo necesitaban. Como siempre le hablaba a las flores, como siempre le hablaba al nombre, como siempre le hablaba a su imagen, en fin, como siempre conversaba.. |