Miro por sobre el monitor del PC, y sólo veo a Laura pegada al teléfono de manera casi maníaca. A mi costado, Jim no deja de obsecionarse con con las nuevas páginas de internet que encontró en una revista. Eso me conviene. Por mí, que nadie me vea. Odio que me noten a cada segundo para pedirme cualquier fabor idiota, que nada tiene que ver con mi trabajo, y sólo, porque dicen que soy muy amable. ¡Amable!!!!, ¡Amable mi tracero! Todo esto no fue más que esfuerzos en vano para lograr un más que merecido ascenso, que no me dieron porque "me faltaba experiencia...". Experiencia, como si no fuera suficiente aguantar la risita loca de Laura, las conversaciones inútiles de Jim y el puto caracter de mi Jefe...
- Barbara, ¿puedes enviar este sobre a la oficina de partes, porfa? Es urgente...
- ¡Claro, descuida, lo haré de inmediato!...- y mi sonrrisa fingida no deja de ser patética hasta para mí misma.
Salgo de la Unidad con paso de firme y con el sobre en mis manos. Al pasar por un basurero, lo dejo deliberadamente. Sigo, caminando en dirección a la cafetería, que más da. Talvés el ascenso, me lo den ahora, por ser más práctica y sincera... |