(complemento del cuento "Dormir es...") Tal vez me reconozcas sin las palabras que envuelven mi alma. Después, ya no hay más nada, no queda nada, nada de nada Mirar en la negrura y ver tu cara iluminada. Saber que aunque no hay nada podrías amarme como me amabas. Aún queda la llama en tu mirada que te alumbraba. Soñar, perder la calma, fe descartada, tiempo del alma Podrías decirme que es fin y convencerme que es asi pero la vida que hay en mi encuentra su lugar aqui...
Texto agregado el 14-06-2005, y leído por 232 visitantes. (4 votos)