CASTIGADOS
Fuimos muchos, como un árbol,
una oración
que nunca terminó.
Tuvimos la palabra.
Éramos una ola en la cumbre.
Marcamos los cerros,
cantamos.
Un día nos callaron, nos castigaron.
Fuimos el silencio entre las piedras.
Muchos murieron, desaparecieron.
Los hirieron de piel a piel, los azotaron, los torcieron,
los punzaron a gritos, mudos, ciegos los destrozaron.
Los hundieron en el mar, en la tierra,
en el fuego, en el olvido.
Más son los años,
seguimos castigados.
Nos piden que cantemos, que creamos,
que seamos iguales, que hagamos todo lo que hicimos,
que salgamos afuera, que bailemos.
Seguimos debajo de las piedras, escondidos,
poco hablamos, decimos que sí, que todo será.
Estamos enterrados, agachados, olvidados.
Nadie sabe,
escondidos de nosotros mismos.
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