Pescado en el cielo del desierto

Imposible a veces detenernos y pensar en nuestras acciones. Me detengo en el espejo del baño antes de entrarme a la ducha a tomar un baño. Frente al espejo y me miro, directo a los ojos. Digo en mi mente, pero lo escucha el espejo. ¡Que idiota!, ¡Que lindo!, no se porque la gente te…, te lo mereces tú solo tú. Observa me salio una espinilla en la cara, rápidamente abro el armario de baño saco la cremita y la aplico. No me aplico los consejos q tanto digo, que tanto enseño. ¿Amiga, amigo donde están? Nadie sabe mi espejo no me dice nada solo mis ojos. Míralos detente y si te miro detente a mirarlos y si me hablas escucha mis ojos. Hablan demasiado, nadie puede leerlos hasta ahora. Solo provoco, solo evito. Quiero hacer más. Todo es detenido y nadie sabe porque o por quien. Fui hoy a la discoteca había un party de moda, lo último en la esquina y yo aplicado a la moda tan extrovertido tan excéntrico el nene. No por falta de atención si no por toque personal. Todos saludan, ¿cómo esta? ¿Bien? Beso en la mejilla, se viran y lo continúan. Solo se detiene a hablar cuando nadie los escucha y en la esquina yo parado frente a ellos. Se sienten con mucha alma, ¿pero pensaran si tengo espíritu? No se, saco goma de mascar de mi bolsillo, y te miro, te sonrió quizás cínicamente o carismáticamente yo si se pero tu te darás cuenta.

Añade a eso la preocupación si hay un Dios. ¿Porque si existe donde esta? Permite demasiado y poco detiene. El es el centro del Universo “todo lo sabe”, y “todo con un propósito”, “mijito los misterios de Dios” estoy cansado de escuchar eso. ¿Porque misterios?, si es un Dios de amor porque me oculta, ¿porque quizás me miente para calmar mi inquietud?. ¿Porque no detienes esto, observa como caen, como caigo, como nos evitamos, como nos degollamos, como nos matamos, como nos hacemos daños y tu que? ¿Done estas? Gran Dios, de cartón ja, ja, ja! NO se si reír o llorar. Tanto rojo, nada rosa. ¿Tiene que ser asi? ¡Creo que si! Lamento decirte estas despertando. ¿Conciente? ¿Dime que escuchas?
Escucho el ¡Bom! Bom! de la música en mi cabeza todos danzando moviendo de lado a lado sus cuerpos al compás todos, creyendo llevar su propio estilo al bailar pero la realidad es que estoy desde arriba en un segundo piso con la mejor vista del espectáculo. Todos se ven paralelamente unos con otros bailando que se podría hasta decir que es tremenda coreografía, que con cada movimiento eróticos de sus cuerpos al compás van convirtiendo las figuras geométricas de sus sueños en añicos, triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos que todos hacen al bailar, han dejado de vivir para poder sobrevivir. Parte de todo esto de venir aquí al templo de los placeres donde nos metemos líneas blancas alucínelas constructivas capaz de destrozarlo todo mientras creemos que nos perdonamos con el baño frió eléctrico en nuestras neuronas, alterados subiendo el volumen de la música en nosotros dejamos de escuchar solo hablar y hablar, y no razonar. Entonados con la música y la electricidad en nuestros cuerpos imaginándonos triángulos, cuadrados… que ya destruimos pero alucinamos con ellos. Nadamos en la ola de humo lanzada por el DJ para dar ambiente, que nos manipula a través de la melodía que nos ayuda a expresarnos en este humilde pero estereotipado escenario. Donde parecemos los pescados que Dios dio a su pueblo hambriento. Tirados en el cielo de aquel desierto sin casi aire, buscando algo mas en donde podamos respirar por las branquias de la armonía con nosotros mismos.
Me tocan el hombro para nuevamente saludarme. ¿Cómo esta? ¿Bien? Beso en la mejilla, se viran y lo continúan. Me acaban de despertar de un pequeño letargo en donde mi mente de momento volvió alucinar como aquellos días pero esta vez fue distinto. Ahora estoy observando el espectáculo fuera del escenario cuando antes era uno de esos pescados en su falso nadar en esta ola de humo que ahora me nubla la vista un poco. No he dejado de ser un pescado pero estoy tratando de respirar en el cielo de este desierto.