“No se publicará en ningún medio local,
regional, nacional ni internacional
ya sea prensa hablada o escrita”
Gerardo & María Carolina
Voy a casarme por segunda vez. Y, según parece, debo sentirme apenado por ello. No es algo que deba andar contando por ahí a quien pase, así yo esté contento y lo considere una bendición. Debo, por discreción, callar esta gran noticia como si fuera mala o como si a nadie más que a ella y a mí nos importara. Pero, no hay de qué preocuparse, no vamos a envíar invitaciones: no hay muchos amigos y sí que menos familiares. Se abochornarían. No sabrían dar explicaciones y a cambio sí muchas excusas. Tampoco habrá fiesta ni protocolos especiales, y dudo mucho que ponqué y champaña. Pero a nosotros eso es lo que menos interesa, pues en esta ocasión -y quizá por primera y última vez- me caso porque quiero apostarle a ser feliz, porque encontré a una muchacha adorable y buena que me quiere tal y como soy, sin mirar lo poco o mucho que tengo.
Contrario, pues, a lo que todos puedan pensar o sentir con respecto a este enlace, me caso principalmente porque hay un Dios que nos ama y se alegrará muchísimo de nuestra sagrada unión.
Bogotá, junio 13 de 2005 / 12:06 p.m |