La esencia de tus labios dejó en mí un sentimiento, un palpitar intrigante; te llevo dentro... con deseo incesante de detener el tiempo. Abrazo quizá fue buen elemento; mi amor nombrará tu nombre con respeto. El encanto de la noche se desvanece con la luz; pronto sin reproche fuimos sólo cruz hicimos una base, tu y yo juntos sin dejar que el tiempo avance. Ahora aquella noche deja mil suspiros y como un simple descorche me quita los respiros. ¿Qué me das tú? sin más qué me quitas el aliento o aún a mis sueños no limitas. Falta no le hace a mis brazos, falta no le hace a mi piel, a mis labios traes contentos, para mi eres más que miel. Te quiero más que la noche te extraño con intensidad, un murmullo se esconde de ser tuya hasta la eternidad.
Texto agregado el 13-06-2005, y leído por 107 visitantes. (1 voto)