-Cuando sea grande voy a escribir como los maestros. Seré Goethe, Kafka, Maupassant, seré todos ellos y muchos más.
-Me alegro Jorgito que tengas claro lo que serás cuando grande- expresó su madre con el júbilo en la mirada.
Veinte años más tarde, Jorge Irarrazaval era un eximio plagiador…
Texto agregado el 13-06-2005, y leído por 328
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