Madre quiero dejarme un lugar en el alma errante que me acompaña para ti, cuando escalo montañas y atravieso valles con mi cuerpo, olvido hasta de respirar, solo pienso en la meta que esta sola como la luna; quiero plantar una bandera tuya cuando la cruce, algun dia eso ocurrira, entonces me descalsare como una carmelita y correre por la ciudad desnudo, gritando como un pavo que esquivo la cena de fin de años.
Madre muy bien sabemos que los apodos llegan hasta las sombrillas, y que un bagabundo tal vez nos gobierne democraticamente entre el lujo y la abundancia, o una pricensa caiga en la acera hambrienta y sedienta, por eso no pierdo las esperanzas de ser tu amigo mas alla de todo, y de cargarte en mi mochila, que es mi espalda desnuda. tambien sabes que mi riqueza es un sueldo que se esfuma, y despues a pedir como cualquir mendigo, pero mi amor es tan inmenso que exime a las cifras por ser insuficientes y frias perlas de una loteria de entrecasa.