Hoy era el gran día, por fin debutaría en el circo, ya estaban todos los espectadores listos para ver su número, el que había estado preparando por meses y meses para que todo saliera perfecto, sentía aquellas renombradas maripositas por todos lados, podía sentir la euforia de la gente tras el telón, todo tendría que salid de maravillas, se sabia cada movimiento a la perfección, este seria el día en que se convertiría en una estrella de circo. Y si algo fallaba? no, no podía fallar nada, todo saldría perfecto y la aplaudirían como nunca se habían escuchado aplausos en el circo, nada podía saliera mal, este seria su triunfo. Y si a la gente no le gustaba? como no les iba a gustar si había practicado horas y horas todos los días hasta que ya no podía moverse más, obvio que les iba gustar, les iba a fascinar.
Sintió las manos de un extraño desenredar su cuerpo largo y colocarlo en medio de la pista, el momento estaba cada vez más cerca, las mariposas las sentía cada vez más fuertes y más fuertes, el presentador la había nombrado, más fuertes y más fuertes, sintió que la misma chica de siempre se subía en ella, más fuertes y más fuertes, el telón se corrió al fin y podía ver al público atento, se prendieron las luces sobre ella, ya no los pudo ver y todo en ella era aún más fuerte y más fuerte, el momento era ya, sólo eran ella y la chica inmóvil sobre su cuerpo, que esperaban el segundo perfecto.

En esta parte del cuento, tú que estás leyendo o escuchando esta narración, pasas a formar parte de ella y eliges el final que deseas, las opciones son dos, eliges un desenlace feliz o eliges un desenlace triste.

Final Feliz
El segundo perfecto empezó, junto con la música, ella con toda su elegancia se enredo y desenredo en el cuerpo de la joven, podía sentirla subir y bajar, tomarla y pasarla por sus piernas, su abdomen y sus brazos, lo que más le gustaba era cuando la chica caía repentinamente y su cuerpo quedaba tan tenso que por unas milésimas de segundo no podía respirar, justo cuando el público emitía sonidos de asombro y miedo.
Todos los movimientos en su máxima exactitud, de las mariposas ni se acordaba, habían desaparecido, al igual que el público en sus pensamientos, cada movimiento que realizaba con la chica eran cada vez mejores, y el taje, el traje de la muchacha era tan maravilloso, de su mismo color, con cositas brillantes y transparentes, ya faltaba poco, unos minutos más y seria un final perfecto, junto a una rutina perfecta, la última caída, una sola pierna atada a su cuerpo, la música acabó y pudo sentir su corazón que latía muy rápido, su respiración era muy rápida, había terminado todo, escuchó los aplausos, aplausos fuertísimos como nunca se habían escuchado en el circo. La chica se baja de ella y hace una reverencia, los aplausos aún más fuertes, su debut había sido un éxito, la chica se fue del escenario, el telón se cerró y un extraño la tomó y enrolló su largo cuerpo fuera del escenario, podía escuchar los aplausos, todavía habían aplausos, lo había logrado, era una estrella de circo.

Final Triste
El segundo que tenía que ser perfecto empezó, junto con la música, las mariposas eran ahora enormes dentro de ella, podía sentir sus alas por todos lados, así como sentía al mismo tiempo a la muchachas enredarse y desenredarse por su cuerpo, lo que más le daba miedo era cuando la chica caía repentinamente y su cuerpo quedaba tan tenso que por unas milésimas de segundo no podía respirar.
Todos los movimientos estaban siendo realizados como se había planeado, pero justo en una caída, la última caída, algo falló, todo iba tan bien, pero esa última caída terminó con todo, una sola pierna de la chica debía estar atada a su cuerpo, pero no, una pequeña mal vuelta, debía tener su cuerpo tenso, qué había pasado, sintió al público que se acercaba al escenario y vio que la chica estaba en el suelo, bajo ella, con la mirada perdida, la música continuaba y continuaba, a la muchacha se la llevaron, se quedo sola en el escenario, el circo estaba vació, un extraño la descolgó, enrolló su largo cuerpo y la guardó en una caja, a la que le escribió algo y la fue a depositar en una bodega. A la joven nunca más la volvió a ver y de aquella bodega nunca más salió.

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