Se cierran los ojos de mi cerebro.
Palpitan las sensaciones en sus compuertas.
Mis ojos vuelan por senderos con alfombras de luces,
enfundados en alamedas que besan en el horizonte
al río de cristalinas aguas que mi luna ha navegado
hacia el océano, en días y noches de parpadeos.
Mi corazón pide a la desnudada piel
virar hacia el éxtasis perfumado de colores,
que regalan embarcaciones en sus misterios
por la sonrisa del mar, con la sangre de pasajero.
Las líneas de mis manos recuerdan esos labios
que las melodías capturaban en las puestas de sol
haciéndolos brillar entre veleros que titilaban
junto a un muelle en espera de sus travesías.
Mi cuerpo destila con prisa los universos marchitos
envueltos por cortinas al sol de media mañana.
Se abren mis oídos al lucero del silencio
que palpita al ver las caricias de amor.
Mi mente, cuerpo y alma abren sus ventanas
y aireándose se embriagan con el silencio del mar.
Texto agregado el 05-09-2003, y leído por 375
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
25-03-2009
Me gustaron sobre todo los dos ultimos parrafos. mosimosa
15-07-2006
Hermoso ritmo, hermosas imágenes que recrean el alma. Estrellas vienen volando. FaTaMoRgAnA
01-02-2004
mis labios, esos labios, mis manos y la niebla disipandose hasta ver la ausencia... me recordó una travesía en Valdivia Nocturna
05-09-2003
Es hermoso y refrescante ¡Una melodía suave! Mis estrellas Alquimia
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