Si cada vez guardara un instante, no lo haría por tu tiempo; sería mas que nada por los funerales que se plasman en nuestros caminos, tal cual vemos, que se cambian de ropa los prados, o se viste de espinas un tallo coronado de rosa...
Así conservaría con mas devoción la claridad de la vida, un poco de lo que me compone
Y del instante que asesinas con tu odio... pero quien le va a entrega la llave a quien construye y construye sin pausas, desesperadamente, para luego darse cuenta que su reja no tiene ni escaleras para treparla.
Si cada vez guardara un instante, lo haría para borrarte de mi pasado, remediándolo con el presente que te destruye. Sin maldad, claro, eres quien se encarga de eso, yo espectadora de tu celda, miro y raspo uno de los fierros con los dientes que perdiste al morder la mentira.
Si cara vez reservara un instante, buscaría que ocasión entregar para disfrutarla, lejos de tí claro, por eso tus derroches son tesoro para mi tiempo. Tu construyendo, yo, edificando con soltura, el baile eterno, donde las pausas no existen y no hay espacio para tus oníricas palabras vanas.
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