aun inteligente los hombres podemos ser verdaderos animales que hablan, ni mas ni menos.
o sea que, si bien hay una enorme distancia que nos separa, podemos llegar a comportarnos como tales. yo sin ir mas lejos, muchas veces me siento un cuadrupedo amaestrado, sobre todo cuando me siento poseido por los celos, junto con otros tormentos que padesco, se me hace un coctel que me pega para el lado de lo animal.
pero en definitiva, debo de hacer honor a la materia gris que herede de mi especie, y dejar de lado lo que me asemeje con una bestia peluda.
pongo empeño en todo lo que hago, pero aguntarlo a mi jefe refunfuñando todas las mañanas, me hace
sentir parecido a una cabra que lo quiera cornetear por detras. aguanto con los deseos de un adicto, guanpearlo con mi cornada hasta gironearle el pantalon ese... mugriento que nunca se cambia, una y otra vez que lo veo de espaldas muero por estoquearlo como a una brochette; seria para mi un logro pegarle aunque mas no sea un patada en el tracero, pero soy un hombre y debo de conportarme como tal.