El silencio otorga… Las palabras sobran… Que no te confunda mi silencio… Cada vez que mis ojos te gritan… Que gritan lo que no digo… Que no te digo y no por que no quiera, sino por que tu con afrodita como cómplice me aprietes la garganta… Y con tu mirada incendiaria me robas la voz… Y con una caricia me regalas un infinito oasis de fuego y piel… Por ti creo aun más en el destino… Que te convirtió en un segundo y con solo verte… Alguna tarde… En el Zeus de cada uno de mis mitos… Y el sol, de cada galaxia que aun no me enseñaste a tocar…
Texto agregado el 10-06-2005, y leído por 243 visitantes. (14 votos)