Fue en un día como estos, cuando la lluvia comenzó a caer, cuando rodaban en mi cara las gotas aunque yo las quisiera desaparecer, me volví a sentir como en aquella ocasión en donde mi estúpido cerebro creyó algo que no era posible, entregue todo, pero ahora me doy cuenta de lo estúpida que una persona puede llegar a ser, de lo estupida que fui, la desesperación me habría convertido en un ser fuerte, bueno eso creía hasta que el crepúsculo del amanecer volvió a tocar mi puerta, me enseño su hermoso campo de seguridad y de confianza para luego volver a ser arrebatado, me equivoque otra vez y fue mucho peor por que yo fui disuelta y alejada como si fuera tan solo el viento y es que solo fue por que se le abrieron campos inesperados, la traición comenzó a llegar lentamente como si fueran pequeñas estrellas que nacen poco a poco, pero llego al final y tal vez yo sea la culpable por no lograr ser quien quiere que sea, por no esforzarme según la traición, pero esta bien por que así reafirmo que así será siempre, me recuerda que la vida puede llegar a ser tan miserable e injusta, que no tengo que confiar en nadie, pero como todo soy un ser humano y es cuando aquí recuerdo que soy capaz de sentir, y me duele, me duele como si hubieran cortado poco a pocos mis brazos, mis piernas, pero al igual el coraje hace su presencia, haciéndome pensar y buscar una venganza pero después de un tiempo me doy cuenta de que eso no resolverá nada y solo me alejo esperando que mi ausencia se haga presente y también le duela, ahora veo el cielo más gris, pues me han quitado ya otro trozo de mi alma que ahora no es más que un intento de una alma verdadera, ya casi se han llevado todo de mi, por que la ultima esperanza que estaba no esta se ha ido, ya no respira el mismo aire que yo, ya no sueña como yo, ya no siente.

Ahora solo espero la famosa muerte, a la que tanto miedo le tienen algunos, pero también a la que tanto llaman, no pienso darle prisa pues mi agonía es ahora lo único que puede mantenerme con vida, seguiré haciendo mi mundo imaginario, convirtiendo todo en silencio, pues ahora es lo único que quiero, silencio y que nadie se acerque a tocarme, pues tengo miedo de herir y ser herida, que aunque lo nieguen muchos eso es lo que el corazón siente cuando esta a punto de fallecer, talvez ahora diga que no volveré a cometer el mismo error, tal vez llegue alguien otra vez y con miedo no me acercare, pero mi estúpido cerebro caiga otra vez, pero no importa por que ahora solo escucho la noche y ya no veo estrellas solo veo allá a lo lejos una alma que ha apagado ya su brillo inigualable.