Mi madre es profesora, y ella siempre ha tenido una manera muy particular de enseñar las cosas. Precisamente este es uno de los tantos motivos por los cuales narro cuentos. En cierta ocasión que estábamos en clase nos dijo:
– Las hormigas están organizadas en una sociedad estratificada. Abajo, en la base de esta sociedad, se encuentran las obreras, que son la mano de obra barata, bueno... en realidad es mano de obra gratis... por no decir esclava. Estas son las encargadas de producir, producir y producir, sin quejarse. Pero cuando les da por volverse zánganas... aunque no es que se vuelvan zánganas, porque las zánganos son otras... Cuando a las obreras les da por hacerse las perezosas, es allí donde aparecen las de siguiente nivel, las hormigas soldado. Las hormigas soldado son igualitas a las obreras pero más grandes, como dos o tres veces su tamaño; poseen unas mandíbulas gigantes con las cuales, si a las obreras les da por quejarse y formar coaliciones o grupos de resistencia –o algo por el estilo– la reina, cual Reina de Corazones, ordena a las soldado "que les cortan la cabeza"... y juácate... las decapitan.
La reina es la hormiga de mayor estatus en la colonia, es la encargada de procrear, procrear y procrear... ¿será que es a eso a lo único que se dedica la realeza?... –Vaya uno a saber– Bueno también se dedica a mandar, ordenar y dominar. Y junto a ella, siempre a su lado, se encuentran los zánganos, quienes, obviamente, siempre deambulan entre los altos círculos del poder y del gobierno.
Cuando nace una nueva reina –o nuevas reinas–, luchan entre ellas para definir cuál debe quedar al mando de la colonia. Aquí no existe la elección popular ni la segunda vuelta –a lo sumo la re-elección–; la ganadora se establece a las manos, o mejor a las patas...Así funciona la política en el hormiguero; prevalece la de mayor habilidad en la defensa y el ataque, en el uso de sus armas.
La perdedora sale con el rabo entre las patas a formar su propia colonia. Las reinas –delfines políticos al fin y al cabo– llevan en sus entrañas la información genética necesaria para continuar con el mismo tipo de sociedad estratificada en el que siempre han vivido, en el mismo sistema de control de trabajo, esclavitud, conveniencia, poder y explotación. Al hallar un espacio, un hábitat propicio, se establecen allí y comienzan a comer, absorber, devastar y destruir, y cuando han utilizado todos los recursos disponibles, cuando ya los han agotado y la Colonia no tiene cómo expandirse más o subsistir, en ese momento la naturaleza misma advierte que la colonia se ha convertido en una verdadera PLAGA.
– Profesora –dijo un alumno–, que pena con usted, pero sucede que no estamos en clase de Ciencias Naturales sino en clase de Historia de América.
– Por eso mijo –dijo nuestra querida y considerada maestra–. ¿Acaso tú mismo no me pediste que te explicara de una manera más clara el proceso de Colonización?.
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