Un sillón
un control remoto
un mil de imágenes por minutos
entran a mi inconsciente de seis a ocho.
Solo un pretexto
para divagar
por mi conciencia desgastada
de tanta miseria
en mi alma desconcertada.
Ya son tantos momentos destrozados
angustiados
agonizados
que acompañan estos días
asfixiados
Soy solo un viejo que grita su desencanto,
luego palizas de blanco
para volver a callar
Guardaré por otro tiempo el llanto
ellos no entienden
mis gritos de desencanto.
no son sus vocaciones
remuneradas ocupaciones
pues difícil sus obligaciones.
Abandonado de mis hijos
confundido así me siento
dejadme aquí con ellos
en estos años viejos.
Son mis hijos
son mi sangre
no los veo
no los siento
donde están
todavía los espero.
Pablo Rodriguez
Texto agregado el 09-06-2005, y leído por 287
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
09-06-2005
Te doy mis estrellas por que es una obra, que relata muy bien el problema y la soledad del anciano
en un asilo, como siempre la indiferencia humana se manifiesta en toda su plenitud. brisandina
09-06-2005
que triste... amarxlavitta
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