Déjame soñar toda la tarde, despierto, con uno de tus besos.
Déjame volar al sentir toda la ternura y dulzura de tus labios con los míos.
Respirar profundamente y percibir tu olor indescriptible a perfume.

Y así, he de soñar con las caricias de tu mano y el roce suave de tu piel serena.
He de imaginar tu voz y tu canto detrás de la lluvia y el llanto que caen sobre la ciudad.
He de esperar a que la luna pase y el sol salga para volverte a encontrar.
He de sentir la música que fluye por mi sangre acelerarse al escuchar tu nombre.

He de contemplar el horizonte por donde vuelan los pájaros y soñar ser uno de ellos.
Soñar con volar, y llegar a tu lado, postrado en tu ventana como un ser alado.
Y percibir detrás del sonido profundo de las cuerdas, tu voz de armoniosa luz y belleza.
Y al terminar de contemplarte, me iré volando entre los reflejos de las ventanas de la ciudad.
Y me perderé en el horizonte, y así, despertaré sonriendo, queriendo regresar al sueño.

Y ya en la realidad, aún respirando los aires de mi sueño, percibiendo tu perfume y escuchando tu hermoso cantar, regresaré al ruido de esta ciudad.
Y una vez más aspiraré a soñar, a querer volar.
Déjame sentir uno más de tus besos, y así, poder soñar despierto.