Él lo fue todo para mi. Fue mi amigo, mi compañero, mi amor. Solo sus mentiras pudieron separarnos.
Hacían ya dos años que no sabia nada de Luciano, a quien consideraba una persona muy linda, comprensiva, suave, pero sobre todo romántico.
Hace unos meses atrás, comenzó a buscarme de nuevo. Me llamaba, me escribía, me mandaba mensajes con personas que tenemos en común, y hasta se jugó a decirme que nunca había podido olvidarme. Nunca debí creerle.
Él tenía una novia, a la que intentaba darle celos (según me entere), pero yo se que solo jugó conmigo. No le importó reírse de mi, ni lo que yo sentía por él.
Hoy solo me queda pensar, ¿qué pasó?¿estaba tan equivocada sobre él?
Hoy, conocí a su novia, una descarada que intenta ponerse en el papel de víctima, inventando una historia de arrepentimiento, y "presentándome" su triste historia de vida.
Lo último que atiné a decirle fue:
"todos tenemos problemas... no te lamentes, asi no se vive en la vida real."
No quise a rebajarme a su nivel, porque como le dije a ella, todos tenemos problemas. Solo Dios conoce las cicatrices de cada uno de nosotros...
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