Del viento
de la mar
de la vida
del árbol
de los rios
de los campos
y del tiempo
soy parte permanente e indispensable...
Cuándo respiro
cuándo canto
cuándo lloro
cuándo río
cuándo danzo
cuándo guardo silencio
cuándo duermo
cuándo observo
cuándo escribo
en mi sangre corre el sabor,
el exquisito aroma
de la naturaleza....
De la niña
de la mujer
de lo invisible y visible
de lo pasado y presente
simplemente por el echo de existir y tener vida,
permaneciendo en el ritmo infinito
de lo conocido y lo que aún queda por conocer.
Texto agregado el 08-06-2005, y leído por 244
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