he pintado tu nombre
sobre el reflejo cristalino
de un turbulento río,
de palabras liquidas
y deseos húmedos,
de imposibles verdades
y de eternos sueños,
de reflejos perfectos
de perfecta estructura,
desapareciendo al instante
en el incesante movimiento,
en un continuo de venir
de vocabulario incierto,
he visto un cauce
de palabras sinuosas
divagar por mi mente,
que te buscan...
en calles olvidadas
y recovecos insulsos,
de sombras casi perennes
y de alegría mas bien escasa,
en garitos tumultuosos
donde las feromonas
se mezclan con el humo
de fumadores convulsivos,
madrugadas con excesivo
alcohol de garrafa...
cuantas noches
he querido abrigar a la luna
con mi bufanda...
mi confidente
la prostituta
mi amada,
te busco en la mano que me acaricia
en una sonrisa amable,
y en los labios que besan
en una mirada perdida
y en la soledad de una iglesia...
en un abrazo limpio
en las palabras
en los escritos,
sin encontrar el camino...
he cerrado las tapas
de un viejo libro,
en el que un día
pintaste un corazón,
y un te quiero, casi borroso
duerme entre mis sueños,
mientras la luna
esta noche
me extraña.
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