El corazon del oceano,
profundo y azul,
tan lleno de seres luminosos,
temor de la luz que te rodea,
al tiempo asombro y desconcierto...
Asi imaginé tu corazon,
mientras remolinos grises me absorbían,
el interior del alma y del amor,
la causa y efecto, eterno sufrimiento...
Oasis! Te veo,
estas tras el cristal del viento,
reflejo de luz en tu cara,
tu sedoso velo y tu cuerpo...
Si, sediento estoy,
de verdes praderas de pasion,
de la fluidez etérea de tu sexo,
del mar de besos en el cuerpo...
Pero no!
Hechizo y engaño,
artificio mistico del duende,
maldito dueño de la noche y del Otoño...
No te encuentro,
y bebo la arena del desierto,
con los labios partidos y secos,
beberé del pactado espejismo,
oasis de amor puro,
corazon luminoso de mi abismo...
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