Fuimos al cementerio a despedir los restos de Cristian.Era una cruda mañana de invierno.Ya desde muy temprano el cielo negro, redondo, tiritante nos aviso asi, con su forma de paraguas, que hiba a llover.Ahora llovia a cantaros.El viento agitaba los paraguas.El padre y el hermano de Cristian, abrazados, lloraban.Tiritando, con estornudos y fiebre cumpli mi deber: empeze a leer un discurso funebre en nombre de nosotros sus amigos.De pronto lo vi en las ultimas filas del entierro s¡ a el, al muerto, a cristian! estaba gozandome, con la cara oculta entre las solapas levantadas del impermeable y el gran sombrero.Fue tanta la sorpresa que solte el paraguas y se lo llevo el viento.Alguien me lo devolvio respetuosamente.Continue mi discurso, pero sin ganas.Comprendi que Cristiannos habia hecho la broma de fingir su muerte para asistir a su propio entierro y obligarnos a elogiarlo.Entre frase y frase lo espie, y siempre estaba alli, con las manos en los bolsillos, regosijado.Al terminar mi discurso me dirigi hacia el pero se escurrio entre la multitud.Caminaba rapidamente y a pasos cortos para no resbalar sobre el empedrado.Lo vi perderse entre los pasillos que hay entre nicho y nicho.
Han pasado varios años.El mundo sigue creyendolo muerto.No me atrevi a contar a nadie su broma macabra.¡Para que! no me hubieran creido.
Cristian figura reconocida en la historia del cine; los diarios mas importantes de america y europa publicaron el dia de su muerte " exitoso director de cine, en una muerte que deja sin idolo a medio mundo".De mi nadie recuerda sino aquel discurso, que luego publicaron como prologo en su biografia un importante editorial.No lo perdonare jamas. Cada vez que oigo hablar de las peliculas de el me viene un ahogo de bronca.Espero verlo, el dia menos pensado, al doblar la esquina.Me da miedo andar por la ciudad porque se que cuando lo vea...tendre que matarlo. |