Una difícil decisión

Un buen día, el joven Rey Willy salió a pasear a caballo. Siempre había pensado que si cabalgaba rapidamente podría atrapar al Sol antes de que el Astro Rey se escondiera tras el horizonte. Fué así que no se dió cuenta de superar los linderos de su vasto reino. Cuando estaba ya muy cercano de ver exactamente donde se escondía el Sol, fué capturado y puesto prisionero por el Soberano del vecino Reino.

El Soberano del Reino de Estrambotus, quedó sorprendido por las inmensas ganas de vivir del Joven Willy y sintió muchísima compasión por su inevitabile destino: ¡la horca!. Decidió entonces, darle una oportunidad, le daría la plena libertad si lograba responder a una pregunta muy difícil: “¿Que carajos quieren realmente las mujeres?”

Willy tendría a su disposición un entero año, transcurrido el cual, sería ajusticiado si no hubiese encontrado una respuesta a aquella peliaguda pregunta. Una pregunta como esa, hubiese dejado perplejo y atónito hasta al más grande de los sabios. Y no les niego, al pobre Willy le pareció una Misión Imposible, sin embargo, teniendo como otra alternativa el sueño eterno…., aceptó la propuesta y se regresó a su proprio Reino.


Al llegar a sus tierras, empezó a interrogar a cuanta alma le pasara a su lado, pensó: ¡Es una simple cuestión estadística!. Así que adelante: princesas, matronas, prostitutas, sacerdotes, sabios, cortesanas, caballeros, artesanos, bufones, etc, etc. Pero nínguno, oíganlo bien, nínguno, supo darle una respuesta satisfactoria.

Lo que la mayoría de las personas le sugería era consultar una vieja bruja, pues ella y solo ella podría darle tan ansiada respuesta. El problema era: ¿Cuanto le costaría esa pregunta?. La Bruja Meliraque era famosa en todo el reino, por el mal carácter que tenía. y por los precios exagerados que cobraba por sus pociones, maleficios, hechizos o simples consultaciones.

Pasaron los meses y Willy comenzaba a desesperar. ¡No le quedaba otra solución!. Faltando un día para la fecha establecida, nuestro Joven Rey se armó de coraje y fué a visitar a la vieja bruja Meliraque.
- ¡Hola Willy te estaba esperando! – risotaditas, caminada lenta apartando la tela de araña, cola de un animal indescriptible en sus manos.
- ¡Ah si!. ¡Buenos días señora ! – Unas gotitas de sudor aparecieron en su frente, tardo algo en acostumbrar su vista a aquel lugar tan obscuro y tetro.
- ¡JAJAJAJA!, reponderé a tu pregunta solo si te casas conmigo – Meliraque meneó la cola que tenía en sus manos y salió corriendo un extraño engendro, mitad gato mitad vampiro- Micifús regresa para presentarte a mi futuro marido, jajaja.

El joven Willy, provó una sensación de terror ante tal perspectiva, la vieja bruja era disgustosa, tenía dos jorobas una gigante en la espalda y otra más pequeña que le salía por debajo de la teta derecha. Además le faltaban una mano, una pierna y un ojo (¡el capitán garfio se quedaba pendejo ante tanto horror!). La bruja deambulo un poco, esperando la respuesta de Willy. El pobre estaba entre la espada y la pared. Meliraque salió de la penumbra y se acerco a Willy. ¡No, Dios mio!, le quedaba un único colmillo y olía peor que una cloaca. A medida que se acercaba notó otro aspecto que se le había escapado, quizá por el miedo. Meliraque entre una palabra y la otra emitía rumores nauseabundos contemporaneamente por todos sus orificios. ¡Joder era una sinfonía de Porquerias!


Nunca en toda su existencia había encontrado una criatura tan horripilante, pero sus ansias de vivir eran tales, que penso que este era su destino y nada podía hacer para alterarlo.

El matrimonio se anunció esa misma tarde, no sin antes recibir Willy aquella respuesta que tanto le había costado:
- ¡Lo que una mujer realmente quiere es ser la dueña de su propia vida y padrona de su destino!

Todo el mundo concordó con las palabras de la bruja. Realmente había emitido una absoluta verdad.
Lo mismo pensó el Soberano del Reino de Estrambotus, que de inmediato dictó la Absolución total para el joven Willy.

¿Y ahora que?. ¿Que sucedió con la bruja y con el joven Willy?

Se casaron, por supuesto y el mismísimo día de de las Nupcias, Willy se comportó en la mejor de las maneras, fué amable y cordial, quizá algo resignado. Mientras que Meliraque…, Meliraque aprovecho para exhibir lo peor de ella, comió con la única mano libre, mientras que engarzaba carnes con el garfio y cuando estaba llena vomitó ante toda la Corte para seguir comiendo, decía Palabrotas y escupía a todo el que se le acercaba. ¡En fín, un desastre total !

La primera noche estaba cerca Willy como todo un Caballero acompaño en sus brazos a la horrible Meliraque quién estaba completamente ebría y dormida.
Sin embargo, algo mágico sucedió al pasar el umbral del cuarto de los esposos, Meliraque se convirtió en la más hermosas de las doncellas, que jamás hubiese visto ojo humano.

Willy no acababa de comprender, que había pasado. ¡Seguro era otra broma o maleficio de la Vieja Bruja! Tomó coraje y le habló con ternura a Meliraque.
- ¿Qué ha sucedido?
- Willy, eres una persona esplendida, eres el primero que me trata con tanta galantería y afecto, por eso me muestro a ti, en mi forma alternativa- Dijó la bellisima dama mientras volando se posaba en el lecho.
- ¿Quiere decir que tu eres así?- dijo Willy con una voz muy bajita.
- Seré así por la mitad del tiempo, la otra mitad volveré a ser la Vieja horrible que tu conoces- la preciosa nena miró con picardía a su amado.

Nuevamente Willy se encontraba delante de una dificil decisión. ¿Era preferible tener aquel engendro horrible por Palacio durante el día y tener una maravillosa doncella en la noche, o prefería demostrar al mundo la belleza de su Dama y estar obligado a dormir con la más asquerosa de las criaturas durante la noche?


La decisión de Willy está solo dentro de pocas lineas. ¿Pero Usted que habría hecho en su lugar? ....................................

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El noble Willy miró fijamente a los ojos de la Dama/Bruja y le dijó :
- ¡Decide tu esposa mia, cual será la forma que adoptarás y cuando la adoptarás!
- ¡Pues decido ser bellisma por el resto de mis días!. ¡No volveré a ser quel ser horroroso!

¡Meliraque habia sido padrona de su proprio destino!


Padova, 30.06.2003