Son largos los días sin ti, como los caminos del desierto borrados de no andar. Frágil esta urna de lágrimas que me hierven dentro y queman la cara como el arado la tierra. Inútil el esfuerzo, me olvidó la memoria, me respira el aire igual que me nadan las aguas.
Texto agregado el 07-06-2005, y leído por 135 visitantes. (2 votos)