Anécdotas de una ñurda
Ultimo capitulo
Drifted
So Drifted
Después de la ceremonia diplomática comprendí que pasarían meses, quizás años, antes de que vuelva a la guerra, el día jueves salí con la frente en alto hacia al aeropuerto y sin embargo no me resistía a observar todo lo que estaba a mi alrededor, quería ver su rostro por ultima vez.
Ya ha pasado mas de una semana, estoy en mi país nuevamente, camino por las calles y tengo en mente la cara de todos los sospechoso, todos los rostros son claros, menos el de el, es una señal quizás, pero ya las armas se han guardado y tengo que guardarme todo rencor contra mi misma por tal desagradable situación.
Camino pateando piedras, camino mirando los carteles de guerra, mi casa esta en el límite de las fronteras y veo como todos cruzan la línea, ¿y yo?
Hoy camine por ultima vez por la plaza, pase por ultima ves por el café, y nada, solo polvo acumulado, todos miran, todos me indican. Paso por los cuarteles enemigos y todos me observan, sin embargo al que buscaba no se aparece, me retiro del país y solo el viento me acompaña en la peregrinación a mi hogar. Tendré que ser consecuente con mis decisiones y caminar tranquila y olvidar los mapas estratégicos que hay bajo la cama, tengo que quemarlos, me tientan cuando los veo, pero ya me resigne a que sea otra la que allane terreno y sea victoriosa, en esta ocasión no pude actuar y tengo que lamentarme, por que ya tengo mas que asumido que las oportunidades se toman en el acto en que se presentan y la guerra se declara contra el enemigo cuando este sabe tu nombre por lo menos, pero en mi caso, batallaba contra la niebla, disparos a la nada, victorias sobre agua, me hundía al clavar la bandera.
Solo queda el recuerdo de unas ganas frenéticas de conocerte.
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