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Yo he dicho que sí
Anouilh

Pone play en el readiograbador, y con una sonrisa mutua recibe a Bee Gees. ¿Quién se hubiera imaginado esta situación con música de los Bee Gees? Superado el momento cómico, ella se lo toma muy en serio. No tuvo tiempo para preparar nada, así que improvisará todo, desde el vestuario hasta el texto, que alejará del cliché. Se saca la bufanda, prenda importantísima en el afuera del invierno, pero innecesaria en el lugar. Sus manos la desenroscan de a poco, hay algo de musical en ese movimiento, y se desprenden de ella suavemente. La bufanda cae al piso, y ya no será mencionada (hasta el final).
El pulóver es otra cosa. Acá empieza la acción, prologada por la escena anterior. Luego de hundirse las manos en el pelo, de desligarse de la liga que es la colita o la hebilla, sus manos bajan seductoramente por los límites entre pulóver y frío, hasta que se encuentran con el límite último, el del pulóver y la caída. La derecha a la izquierda, la izquierda a la derecha, y el pulóver sale limpito y sin problemas (ventajas de un pulóver con cuello grande).
A esta altura el caset misceláneo hace sonar a un piano que, aunque ellos lo ignoren, es tocado por Herbie Hancock. De lo que sí se dan cuenta, lo que sí saben, es que esta música les va mejor. Ojalá que este tema dure mucho, mientras improvisa un baile que jamás aprendió. Y si bien el tema no dura, viene otro de Herbie Hancock, lo cual les da mucha seguridad a ambos.
Las sandalias no son un obstáculo para nadie, y por eso vuelan por un preciso movimiento de sus tobillos. Turno del pantalón, pues, y dificultad para acompañar la música. Ella lo hace lo mejor que puede, pero bueno, en algún momento se le va a complicar. Mientras piensa en cómo va a hacer para sacarse el pantalón sin dejar de bailar, baila. Se acerca y se aleja, gira, se agacha y sube. Decide que su cuerpo será quien decida, y toma el pantalón por la cintura y doblando las rodillas lo lleva hasta abajo de todo. Un pie, el otro, y resultó más rápido y más fácil de lo que esperaba.
La música hace un silencio. ¿se habrá terminado el caset? no puede calcular el tiempo. Y está ahí, en bombacha, en silencio, sin el abrigo de la música. La pausa se extiende; pasa una hora, unos meses, quizás un siglo, y el piano empieza una introducción a un tema que durará el tiempo suficiente. Aliviados, ella reanuda su contoneo, su danza, su improvisación.
La remera es una parada más difícil que las otras. Nunca le gustaron sus tetas; no por el tamaño, ni por la forma: simplemente no le gustan. Pero está bailando, y tiene que seguir bailando, y eso hace. De espaldas deja su espalda al descubierto, ¿por qué justo el corpiño blanco?, teniendo incluso uno negro mucho más adecuado, cae la remera sobre el pantalón tan presente en la escena por conservarse erguido.
Pero bueno, qué más da; si estamos acá estamos jugados, así que se da vuelta y con una timidez que nunca reconocerá se muestra en ropa interior, bailando ahora para disimular el temblor de su cuerpo, para llenar el tiempo y el espacio con algo más que su ropa interior un tanto infantil.
Herbie Hancock empieza a ponerla nerviosa. ¿Hace cuánto que suena este tema? Se debe de estar por acabar el caset. Mejor apurarse. Así que vuelve a girar, y con una destreza que los hombres no entienden desprende la hebilla de su corpiño, que cae al piso incluso antes de dejar la espalda. Pero ahora en la espalda no hay nada, o por primera vez hay todo.
Enfrenta lo que no enfrentaba, y sus pezones durísimos por el miedo o por el frío se yerguen y miran lo que los ojos no. Lindo momento para terminar, justo cuando estoy en tetas. Pero mientras termina de pensar esto un piano introduce a una mujer que canta, esta sí la conozco y es gracioso que piense en esto ahora, Summertime. ¿Será Lena Horne? Me gustaría saber más de jazz, no sé nada. Y bueno, se aferra al elástico de su bombacha cada vez más y menos fea, y a recorrer las piernas en una carrera por terminar con todo esto. Su vello púbico queda aplastado, como si aún tuviera la bombacha puesta. No le gusta así, pero no puede hacer más que mirarlo a los ojos.
Se refiere a él por primera vez, se acerca a él y le acaricia la cara mientras él la toma en pleno cachete del culo, está bien porque está sentado. ¡No me va a agarrar del cuello! La música estalla con jazz de ese que es bien movido, y ella, que ha perdido algún miedo, va hacia el radiograbador y el stop hace saltar al play.
No es importante saber cómo cogen, más allá del detalle de que los dos disfrutan del sexo como no lo han hecho antes. Quizás por saberse tranquilos, o por olvidar que antes y después hubo y habrá otros.
Lo importante, lo que hace a este relato existir, es un detalle de después. Mientras bajan por el tobogán de las caricias, de él con el pecho descubierto mirando hacia arriba y ella de espaldas al techo acariciando su pecho (aunque tetas descubiertas, digámoslo), ella tose. El frío se cuela por debajo de la puerta, a través de los vidrios y las paredes, desde el techo no tan alto, y la cama es un pequeño núcleo de calor que no alcanza a evitar la tos de ella que, en efecto, se produce. Él se aleja de ella, ¿qué hace?, y toma la bufanda del piso que por suerte está lo bastante cerca de la cama como para no tener que salir del todo de ella. Toma una punta y la enrolla alrededor del cuello de ella (que ni en el discurso ni en la historia volverá a toser), que desnuda pero con bufanda no dice gracias ni tiene que decirlo.

Texto agregado el 07-06-2005, y leído por 514 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
12-09-2006 Es bueno volver... saludos! Aniuxa
08-07-2005 Dios desnudarse al compas de los Bee Gees.. ¿puede haber algo menos erótico que esas vocecillas prietas, ajaja?.. siiiii..lo hay... una tipa desnuda con bufanda... Dios pensé que lo peor de este mundo era un hombre desnudo con calcetines solamente, esta imagen nunca se me habia pasado por la cabez,a jaja..QUE CONSTE EN ACTA, que el tipo me enamoró.. fué un detallazo, ajajajjaa... un susurro.* susurros
01-07-2005 ¿pero la mata en serio? Un relato apasionante, pri- Lu_Folino
29-06-2005 Dios Santo!!! primo que catédra... esa imagen de ella desnuda con bufanda es genial. Me gusta esa idea de contarlo estilo guión... Una recreación para la mente... eso es definitivo!!! Frases por ahí hermosas que se mezclan con una gran descripción, mis estrellas más que merecidas! Aniuxa
10-06-2005 Muy bueno! 5* cancerberodog
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