Anécdotas de una ñurda
Capitulo 5
Veo una revista que he comprado de reojo, después de la larga conversación mirando el mar con un camarada analizo al sujeto de la portada, RECOOL, dice en letras bicolores, ¿Qué tiene de cool un tipo con cara de desnutrido y que nunca sonríe? ¿Qué tiene de cool un tipo que siempre tiene cara de tristeza?
¿Qué tiene de cool un tipo que siempre esta solo?
Pues… nada.
Nada, simplemente nada, nada hacia delante, nada hacia atrás, entonces en que topo en subir el peldaño de la escalera como comentaba mi camarada, creo que me da fobia la altura, mas que a lo inestable, fobias raras ¿no?, ¿le tendré fobia a la soledad?, quizás ahora mas que en busca de alguien, estoy en búsqueda de un hermano que me escuche y que me moleste en mis noches inundadas de tristeza y melancolía, mis noches de cd’s “robados” y de audífonos pelados, ya nadie reclama por el ducto lleno de pelos ni por el lavamanos lleno de sombra, nadie reclama por que no he secado los platos, nadie reclama por la regla metálica ni por un pincel, estos acumulan polvo.
Miro por mi puerta y ahora con mayor razón la soledad invade la casa, ya no hay tablero reflejado en la ventana, quizás hoy sea un tablero, mañana será el escritorio y después los libreros, después unas cuantas cajas y solo quedaran las marcas de un hermano en las baldosas.
Una de las cosas que siempre observo en los otros, es cuanto kilometraje expresan en la cara, no me gusta la gente con cara de pocos años, me gustan aquellos que se notan que han vivido muchas experiencias y que tienen miles de días para contarte sus aventuras y desgracias, me gustan mayores. Cierto afán por ser la menor quizás, afán de protección, afán de ser una cosita así frágil que si la miran feo se enchueca, obviamente de aspecto frágil nada y menos de chueca, no tengo esas cosas, pero si hay algo que tengo, es ser reservada, no me refiero a ser reservada de palabras, soy reservada de expresión, no me entrego a cualquier boca en cualquier momento, yo misma me encuentro bastante ñurda en ese sentido, no es que para ser RECOOL se tenga que conocer mas bocas que países, no.
Pero ahora empiezan las dudas, esas malditas preguntas que quería ocultar, ya me paso una vez y creo que ahora me iré al segundo “porrazo” por decirlo de una manera.
Recuerdo un día en el cual recién ingresaba a una misión y conocí a un superior demasiado bonito, era algo espectacular tener esa suerte, hablamos un par de cosas y me fascinó, pero después de muchos meses de búsqueda, muchos meses de alucinación, logramos conversar y fue un portazo furioso en mi cabeza, tanta alucinación para que a los 5 minutos todo quedara en el absoluto olvido, desencanto instantáneo.
A veces quisiera que el amor fuera como una sopa para uno, abrir la despensa y tener muchos sabores a elección, hay que calentar poco agua y son efectivas, son rápidas y no sobra nada.
Quizás ahora este mirando el fondo de la taza lleno de grumitos…
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