Quizás ninguno de ustedes sepa quien soy; es seguro que a ninguno le interese saberlo... pero la verdad es que me decidí a escribir y a contarles lo que no desean escuchar, con el solo objetivo de entretenerme durante el descanso del fútbol.
No me interesa mirar la teleserie, no deseo aburrirme con Kafka, ni menos volverme un psicópata con Freud... Si a alguno de ellos le hubiera hecho caso, lo más probable es que no estaría esperando el fútbol y a lo mejor me encontraría en un bar literario discutiendo sobre García Márquez.
¿Se han dado cuenta, personas que no conozco, de lo extenso que son quince minutos?. ¿Se han dado cuenta de lo aburrido que resulta esperar que el tiempo pase?.
Es en estos momentos cuando me gustaría tener el poder supremo para dárselo a los personajes de algún mal cuento, con toda esa idolatría e imaginación que los mismos dioses terrenales llamados escritores son capaces de escribir tan armoniosamente... al igual como los grandes jugadores lo plasman en un terreno de juego con un balón... Eso sí: Lo último es más complicado, porque es con los pies, y si no gusta no lo puedo quemar y hacer de nuevo.
Esto es todo lo que alcanzo a contar en un entretiempo... Espero que los suyos no sean tan largos como los del fútbol.