Mi amor,
El brillo de mis ojos se extingue como el ocaso, así de pronto, cuando no te tengo frente a mí. Constantemente imagino que, doblando la esquina, te encuentro. Pero cuando llego no estás. Y te busco en la que sigue, y en la otra, y en la otra, y en todas las demás. Así el tiempo transcurre, buscándote; y llega el momento en que te haces presente frente a mí. Y todo tu esplendor me cega. Ya no te veo con los ojos, sino con su brillo. Ya no te siento con el tacto, sino con todo mi ser.
Mi piel, que es tuya, enloquece porque tu piel, que es mía, está próxima.
A cada instante descubro nuevas sensaciones que no dejan de sorprenderme. De pronto me di cuenta que hace mucho que no tengo sexo; ahora hago el amor. Tanto es el amor que hacemos juntos que todo en derredor nuestro se ilumina y la gente (aunque no la veamos) sonríe a nuestro paso.
Porque sos el amor en toda su expresión es que TE AMO.
Estimo, cielo, que antes de que nos percatemos, "el tiempo nos habrá hecho precio".
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