Dos mujeres custodiaban al famelico tipo, una, la mas hosca, decia imperativamente: -¡andale apurate de una vez a hacer algo!, en ese momento quise imaginar que se lo decia al tipo aquel; la otra mas amable, pero con esa actitud de guí­a de hospitales, si, ese tipo de personas que por su amplia experiencia en estos asuntos, ya que han acompaniado a todos y cada uno de sus familiares y vecinos de la cuadra durante sus accidentes y enfermedades, saben manejar ese tono de sutileza que uno requiere para atenderlos rapidamente. Me decia: -Mire medico, mi sobrina Camila, hace como media hora empezo a sentirse sofocada y con mareos, ademas dice que le duele el pecho y de repente se desmayo-


En ese momento se hace un silencio, y yo pregunto:
-¿Asi nomas de repente?, a lo que todos me contestaron: --¡si, asi nomas de repente!-.
Mientras tanto Camila seguí­a en su sopor, asi que decidi ingresarla a la sal de observacion.

-señorita dejele una via, con un fisio a goteo por favor y lleve a laboratorio una muestra para gabinete, por favor-


Mientras Benito, realizaba las ordenes que habia dejado para la paciente, y despues de haber conminado a sus familiares que esperaran afuera de la sala, me dedique a iniciar mi interrogatorio.

Dentro de mis usos y costumbres, tengo el detalle de utilizar dentro de mis guardias de 24 horas mi cd player para musicalizar mi dia, asi que cuando inicio la historia clinica de cada paciente los coloco en la cama del paciente y logro aun escuchar un poco la musica mientras interrogo al paciente, así que ese dí­a mi copiloto era los 15 boleros de Vicente Fernandez, y se escuchaba mientras yo trataba de preguntar a Camila lo sucedido, una rola que segun yo se llama Sin un amor, y dice algo asi como:
-sin una amor, una vida no se llama vida, le falta fuerza al corazon, sin un amor, no hay salvacion-
Y en ese lapso de cancion y van a decir que es choro, alcance a ver como escurria una lagrima del rabillo del ojo de la flacida Camila.

Ya con una Camila consciente y lacrimosa, le pregunte, que habia sucedido, y sin bacilar me comento:

Mire doctor, yo no me llamo Camila, mi nombre es Nayeli Juarez, Camila es la esposa de Patricio, el senior que esta afuera; mi primera reaccion fue preguntar- ¿Y porque la llaman Camila?-

-Porque para ellos soy Camila-relataba mientras se enjugaba las lagrimas- una señorita de 20 años (cabe señalar en este momento que su fragilidad corporal la hacia ver joven, pero no aparentaba 20 años, talvez 25, pero nunca 20), la esposa de su hijo, hermano, sobrino; para ellos yo me case enamorada de Patricio, yo, mas bien Camila es maestra rural que decidií dejar todo por el-

Dentro de mi confusión, le comente, la razón por la cual les mintio, a lo que respondio:

-Médico, yo no les mentí­, Camila, realmente esta enamorada de Patricio-en ese momento comprendí que me estaba enfrentando aun cuadro psiquiatrico de doble personalidad.




En un cuadro de esta naturaleza la investigación tiene que ser minuciosa, ahora el desmayo tal vez pasaba a segundo termino, y ahora el trastorno de personalidad era lo principal, sin embargo Camila y Nayeli me tenían mas sorpresas.

En los casos de Trastornos de Personalidad, se presentan situaciones que parecieran de pelí­cula, como el hecho de que cada personalidad del paciente tiene su propia historia clí­nica, y estas dos damitas no fueron la excepción.

Mientras se reestablecí­a del desmayo se le aplico para el dolor toracico que la aquejaba una ampolleta de Dipirona, analgesico, que en un buen porcentaje puede tener reacciones alergicas, razón por la cual siempre preguntamos, el antecedente, en este caso particular, cuando lo preguntamos al marido, negó cualquier alergia, obviamente tanto el y yo nos estabamos refiriendo a Camila, pero como imaginaran Nayeli, que fue quien desperto, si era alergica así­ que no basto mas que unos minutos para que nos iniciara con hipotension severa y otro colapso que nos obligo a aplicar maniobras urgentes para contrarrestar la alergia.

Luego de este tiempo de angustia general, al estabilizarse volvio la calma a la sala, aunque la paciente volvió a estar inconsciente aunque con signos vitales estables.
Los familiares, al estar fuera de la realidad de la enfermedad de esta mujer se sentí­an culpables del hecho, sin embargo yo todavía no estaba autorizado por Nayeli, para hablarles acerca de su dualidad.

Mientras hacia mi nota de la tarde, ya que “la paciente volvio al sopor(conste que me refiere a ella así por no saber de quien pueda estar hablando ahora), se acerco a mi Patricio,el esposo famelico, y sigilosamente me regalo un café, lo cual agradece(uno siempre debe agradecer un buen café, una buena mujer, ¡ah! y una guardia tranquila) y mientras daba el primer sorbo me dijo:

-Doctor, yo ya lo se todo- mientras por el rabillo veía hacia donde sus familiares, trataban de escuchar la conversación disimuladamente

Confuso, le pregunte, que es lo que sabe, Patricio.
-lo de mi esposa, lo de Camila, lo de Nayeli-y al decir esto, se elimino en mi mente la percepción de famélico que inicial tuve de este tipo...continuara