Se reúnen los miércoles a las cuatro de la tarde, la hora de menor sospecha. Presentan a los nuevos candidatos, los analizan, los prueban si es necesario y luego votan. Cada semana entran unos y salen otros, dependiendo de los resultados de las votaciones. Incluso los más antiguos pueden ser dados de baja.
La sociedad es tan secreta que ninguno de los integrantes conoce exactamente los objetivos de la misma. En ocasiones los socios ni siquiera saben que lo son; cuando las votaciones aprueban la entrada de uno o la salida de otro sólo el ordenador se entera. El ordenador no tiene pantalla y está al cuidado de un ciego disfrazado de vendedor de lotería.
Lo que socios activos o no activos, es decir verdaderos socios y socios de a mentira, sí saben es que las reuniones se llevan a cabo en el Casino, que se toma café y que el lema que está escrito en una de las paredes puede ser el mismo lema de la sociedad secreta. El lema es:”La demanda de seguridad es más fuerte que el amor a la libertad”.
Los requisitos para entrar a la sociedad son los siguientes:
1.- Ser rico.
2.- No haber estado en la política.
3.- Ser sano: física y mentalmente.
4.- Educado.
5.- Culto: principalmente en historia universal, religiones, filosofías y mecánica cuántica.
6.- No tener antecedentes penales, ni conocidos ni desconocidos.
7.- Gustar del café que sirven en el Casino.
(Antes se pedía saber jugar golf, ahora ya no)
Le pregunté a mi informador si sabía cuántos socios tenía actualmente la sociedad. Me dijo que eso no lo sabía nadie, ni siquiera el ciego; que si eso se supiera ya no sería una sociedad secreta, pero que… si yo deseaba tener una idea… Le dije, bajando la voz, que me dijera… Se acercó a mi oreja izquierda y...: “ ¿?.. en el siete”.
Todavía hoy no sé más de esa sociedad secreta, y he dejado de ir al Casino, pues, la verdad, no me gusta el café que allí sirven. |