La hoja de acanto
deshoja sobre ti su última mirada,
cela el ocaso, la luna y el mañana.
El árbol de raíces cortas la contempla,
la engalana,
se la entrega a la luna
y sus ojos ya descansan.
Su sombra no desvanes,
se impregna en el recuerdo
el horizonte envejece.
Naturaleza tan compleja y hermosa
como las alas de la Alondra.
Su polvo es entremezcla
en el manantial del
que beben las Alondras,
esas que ya ni vuelven.
6/2/2000
Texto agregado el 02-06-2005, y leído por 161
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Lectores Opinan
12-08-2005
Tus imágenes rayan con la belleza extrema***** espartako
02-06-2005
estoy guardando en mi pc tus poesias.... son muy bellas ichtus